19-08-07

INFEST


Bandas de distintos estilos pero todas con un mismo sello: abocar por lo independiente. Eso trajo el repertorio de artistas que este martes 14 de agosto desfilaron por el escenario del Arena Santiago: Akineton Retard, Casanova, Francisca Valenzuela, Panico y Electrocute fueron los distintos platos servidos en una fría noche santiaguina.

Chile de a poco le está tomando el gusto a la cultura festivalera. No al estilo del Festival de Viña, sino a aquellos eventos que son capaces de reunir a un buen puñado de artistas jóvenes que están en lo alto de sus carreras o construyendo el camino para ese propósito. A lo xperiementado en la “Cumbre del Rock”, “Vive Latino”, “SUE”, ahora se le sumó el INFEST. El primer festival de música independiente que reunió a destacadas bandas alternativas nacionales e internacionales este martes recién pasado.


El lugar elegido fue el Arena Santiago quedó muy grande para las expectativas ya que a la hora de llenar el lugar que alcanza albergar unas quince mil personas, el porcentaje de asistencia fue era muy por de bajo de esa cifra. Apróximadamente unas dos mil personas llegaron al lugar, siendo gran parte de esta pasada las diez de la noche.

Todo partió a eso de las 21:30 horas con la banda más desconocida del cartel: Akineton Retard. Seis músicos chilenos vestidos con un traje blanco entre un estilo de astronauta y de mécanico cool, así, todos muy bien uniformados se dejaban llevar por sonidos que a ratos hacían recordar a las más freneticas melodías de Emir Kusturika. Dos saxofones y un DJ le daban un sentir distinto a la música que era mezclada con constantes intervenciones del vocalista de la banda. Dichos en tono irónico como que el único sello que velaba por ellos era DICOM o cómo lograr ser un “artista indie” fueron sólo algunos de los desahogos de esta banda/orquesta que logró prender al poco público que había llegado al lugar hasta ese momento.

Exactamente media hora fue lo que estuvo Akineton Retard en el escenario para que luego de un intermedio de aproximadamente quince minutos, diera paso a Casanova la banda liderada por el vocalista Julián Peña -ex Santos Dumont y ex Angél Parra Trío-. Con un sonido ligado al pop folck arrancaron con 'Maldita Ciudad' el primer tema de su segundo álbum “El amor es un trampa mortal”. Con una cómplice comunicación entre cada uno de los integrantes de la banda, Casanova armó un show a su altura con sonidos finos y bien logrados. Una de las bandas con más onda del circuito cerraron con un cover de Talking Heads, “Pshyco Killer”, el cual ya se ha transformado en un habitual de la agrupación.

Ya pasada las once de la noche, con unos apretados pantalones brillantes y una chaqueta fuccia con detalles negros, aparece en escena Francisca Valenzuela, la nueva niña más querida de la familia pop chilena. Con una voz potente acompañada de su piano y su banda encantó a la audiencia que fue especialmente a verla y sorpendió a la otra parte que no la conocía. Con canciones que recuerdan experiencias adolescentes como “Peces” y “Dulce” -sus singles más conocidos- hizo cantar a más de alguno. A pesar de lo reducido de su show, en la media hora que estuvo frente al público, demostró que la estructura de su música se defiende y se sostiente por sí sola.

Antes de que llegara el plato de fondo de la jornada, el turno fue para Dante Spinetta. El ex intergrante del duo argentino Illya Kuryaki & the Valderramas mostró una faceta muy distinta a lo que ya se le conocía en ese entonces. Canciones rapeadas duramente fue la tónica de su show cargado netamente al hip hop.

La mayoría de los asistentes al INFEST estaban ahí con un propósito en particular: ver a Panico. La banda chileno francesa con más de diez años de trayectoria y que desde el 2000 decidieron partir y radicarse en Francia se presentó nuevamente en tierras nacionales. Ritmos fréneticos y acelerados hicieron vibrar al público presente. Aunque parte de su repertorio se basó en su trabajo más reciente “Subliminal Kill”, fue cuando tocaron sus temas más antiguos (ya clásicos) como “Rosita quiere ser una porno star” que la audiencia se prendió y no dudó en dejarse llevar por sus sonidos más punky de los inicios de Panico.

Cuando Panico cerraba ya su show a eso de las 2 de la madrugada la mayoría había quedado satisfecho, pero aún quedaba el postre de la jornada: Electrocute, un duo californiano que debió enfrentar la ida de varios de los asistentes que a esa altura, los factores como el frío y el agotamiento, fueron más fuertes a la hora de elegir quedarse.


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